¿Alguna vez te has preguntado qué son el pensamiento divergente y convergente, y cómo puede ayudarte a potenciar tu creatividad? En este artículo, exploraremos en qué consiste esta habilidad y cómo puedes aplicarla en tu vida diaria. Prepárate para descubrir un nuevo enfoque que te permitirá abrir tu mente y explorar nuevas posibilidades.
¿Qué es el pensamiento divergente?
El pensamiento divergente es el tipo de pensamiento que explora y busca diversas fuentes (estímulos, imágenes, sensaciones, etc.) y se mueve en varias direcciones, para crear algo nuevo. Es un pensamiento que no sigue los patrones lógicos del raciocinio, no da nada por asumido y por concluido, se cuestiona todo. También se le conoce como pensamiento creativo.
A diferencia del pensamiento convergente, que se enfoca en encontrar una única solución, el pensamiento divergente busca la variedad y la originalidad en las respuestas.
Características del pensamiento divergente
El pensamiento divergente se caracteriza por los siguientes aspectos:
Flujo libre de ideas: En el pensamiento divergente, no hay límites ni restricciones para generar ideas. Se fomenta la generación de la mayor cantidad de ideas posibles, sin juzgar su viabilidad o relevancia en un primer momento.
Flexibilidad mental: El pensamiento divergente implica la capacidad de cambiar de perspectiva y considerar diferentes puntos de vista. Se trata de romper con los esquemas preestablecidos y explorar nuevas posibilidades.
Originalidad: El pensamiento divergente busca ideas y soluciones originales y novedosas. Se anima a salir de lo convencional y explorar territorios desconocidos.
También suelen ser características del pensamiento divergente:
- Intuitivo, creativo, imaginativo.
- Va más allá del ámbito concreto buscando puntos de vista fuera del ecosistema del problema en cuestión, explorando otros campos.
- Busca similitudes, metáforas, comparaciones, referencias o soluciones en otras áreas relacionadas o totalmente desconectadas con el tema en cuestión.
- Por ello es más desenfocado, encuentra nuevas ideas alejándose del foco o abarcando planos múltiples simultáneamente.
- Está más orientado a la cantidad de ideas que a la calidad o viabilidad de las mismas porque luego estas nos pueden servir para encontrar alternativas más elaboradas.
- Trata de romper con lo establecido y las presuposiciones, ver más allá de lo que dicen los esquemas sistémicos, de lo que se ha hecho siempre.
Ejemplos de pensamiento divergente
El pensamiento divergente puede aplicarse en diversas situaciones y ámbitos de la vida. Aquí te presentamos algunos ejemplos para que puedas comprender mejor cómo se manifiesta:
Tormenta de ideas (brainstorming): Una técnica común para estimular el pensamiento divergente es la tormenta de ideas, en la cual un grupo de personas genera ideas sin restricciones sobre un tema específico. Se busca la cantidad y variedad de ideas, sin importar si parecen descabelladas en un primer momento.
Interpretación de obras de arte: Al analizar una pintura, escultura o cualquier otra manifestación artística, se pueden explorar diferentes interpretaciones y perspectivas. El pensamiento divergente permite ir más allá de la interpretación literal y buscar significados ocultos o alternativos.
Resolución de problemas: Ante un problema complejo, el pensamiento divergente te permite explorar diferentes enfoques y soluciones no convencionales. Puedes aplicar técnicas como el pensamiento lateral o el uso de analogías para encontrar perspectivas únicas y creativas.
¿Qué es el pensamiento convergente? Según Guilford
El pensamiento convergente es un pensamiento de enfoque y de atención, traemos nuestro conocimiento y nuestros estímulos hacia aquello que estamos haciendo. Es un pensamiento que sigue la lógica y el análisis crítico. Está dirigido hacia la solución correcta de un problema y se mueve buscando una respuesta determinada o convencional, por lo tanto encuentra una única solución a los problemas. Se lo conoce también como pensamiento racional, lógico, convencional o vertical. Este concepto fue acuñado por Joy Paul Guilford.
El pensamiento convergente suele ser el tipo de pensamiento que más usamos. Es nuestro pensamiento habitual ya que cuando queremos resolver algo nos centramos desde afuera hacia el foco (el problema a resolver), haciendo converger las ideas que se nos ocurren en una sola, o la mejor, solución.
Características:
- Pensamiento lógico, racional.
- Trata de llegar a una única solución examinando desde la prudencia los patrones y sistemas establecidos.
- Pensamiento con un foco muy claro, va a lo concreto, a lo tangible.
- Calidad de las ideas vs cantidad.
- Busca «aterrizar las cosas», huir de lo abstracto, busca hechos definidos para evitar la incertidumbre.
- Orientado a definir, concretar, planificar, encontrar una solución.
Pensamiento convergente vs. pensamiento divergente - Diferencias
Es importante comprender la diferencia entre el pensamiento convergente y el pensamiento divergente:
P. Convergente: Se centra en encontrar una única solución correcta a un problema específico. Utiliza el razonamiento lógico y busca la eficiencia y la precisión. Es el tipo de pensamiento que se suele valorar en los exámenes tradicionales, donde se busca una respuesta clara y definida
P. Divergente: un enfoque abierto y exploratorio
Por otro lado, el pensamiento divergente adopta un enfoque abierto y exploratorio. Se busca la generación de múltiples respuestas posibles, sin descartar ninguna idea de antemano. Este tipo de pensamiento fomenta la creatividad, la originalidad y la búsqueda de nuevas perspectivas.
Mientras que el pensamiento convergente sigue un camino lineal y estructurado, el pensamiento divergente se mueve en múltiples direcciones, permitiendo la exploración de diversas opciones. Ambos enfoques son valiosos y se complementan entre sí, ya que el pensamiento convergente concreta o "aterriza" las ideas generadas, pero es el pensamiento divergente el que despierta la chispa de la creatividad y nos invita a ver las cosas desde diferentes ángulos.
Ejemplo práctico de la diferencia entre los pensamientos convergente y divergente:
Pensamiento convergente: si en el trabajo se rompe la fotocopiadora, un pensador convergente llamaría a un técnico de inmediato para que la repare.
Pensamiento divergente: si en el trabajo se rompe la fotocopiadora, un pensador divergente intentaría determinar la causa de la falla y evaluaría varias formas de solucionar el problema. Una opción podría ser llamar a un técnico, mientras que otras opciones podrían incluir buscar un video tutorial de reparación en YouTube o enviar un email a toda la empresa para ver si algún miembro del equipo tiene experiencia en reparación de fotocopiadoras. Luego determinaría qué solución es la más adecuada.
En resumen, el pensamiento divergente es una habilidad que nos permite generar múltiples ideas a través de un enfoque abierto, flexible y exploratorio, mientras que el pensamiento convergente, con su enfoque crítico y realista, nos permite filtrar y analizar esas ideas para poder determinar las más idóneas y factibles. Así podemos potenciar nuestra creatividad y encontrar perspectivas innovadoras. Incorpora estas estrategias en tu vida diaria y descubre cómo tanto el pensamiento divergente como el pensamiento convergente pueden abrir puertas hacia nuevas posibilidades y logros sorprendentes.